miércoles, 23 de abril de 2014

Técnica: "El juego"




El juego.
También  se le conoce como la hora de juego diagnostica y esta varía segun el autor y los aspectos que cada uno consideran para la elaboración del análisis. A excepción de Freud que para entender el juego propone la teoría traumática es decir, que el niño al jugar elabora situaciones dolorosas, que son inadmisibles para el yo.
Algunos de los autores que la han llevado a cabo son: Anna Freud, Melanie Klein, Winnicot, Freud.

Anna Freud. Psicoanalista austriaca.         
Nació el 3 de diciembre 1895 en Viena (Austria). Hija de Sigmund Freud y Martha Bernays. Obtuvo su doctorado en Leyesm, tras lo que comenzó a ejercer como maestra y colaboró estrechamente con su padre en el desarrollo de la teoría y el movimiento psicoanalíticos. Su corta carrera de maestra suministró las bases para su trabajo, pionero en el campo de la psicología infantil. En el año 1938 se exiliaron juntos a la ciudad inglesa de Londres. 
Su trabajo se centró sobre todo en las funciones del yo en el desarrollo de la personalidad, y los mecanismos que se ponen en marcha para ajustar las pulsiones del ello a las demandas del superyó, especialmente la represión, la proyección, la racionalización, la negación, la identificación con el agresor y las formaciones reactivas. En 1947 fue la fundadora del Hampstead Child Therapy Course and Clinic, en Londres, lugar donde trabajó como directora desde 1952. Además contribuyó a fundar la publicación anual Estudio psicoanalítico del niño en 1945. Su principal obra, El yo y los mecanismos de defensa (1936), se ha convertido en un clásico de psicología. Anna Freud falleció en Londres el 9 de octubre de 1982.
Winnicott.
Psicoanalista inglés (1896-1971), presidente de la British Psichoanalytical Society, desarrolló una concepción sobre el proceso de maduración y la tarea de la madre, dando cuenta de un espacio intermedio entre los mundo interno y externo y planteando, así, una nueva mirada sobre la estructuración del psiquismo infantil y la clínica, extensible también a la comprensión de los fenómenos culturales.
Nacido en Plymouth, Condado de Devon, en el seno de una familia metodista, Donald Woods Winnicott era el menor y único varón de tres hermanos. Su padre Frederick era un hábil comerciante y hombre político apegado a las tradiciones, y fue dos veces alcalde de Plymouth.
Hacia 1919 el análisis de niños se centralizaba en Berlín, con M. Klein, y en Viena, con A. Freud. En 1920, Winnicott se especializa en pediatría, y en 1923 comienza su análisis con James Strachey. Comienza a ejercer de a poco la psiquiatría, para tratar "la hipocondría de los padres", como él decía. Su primer matrimonio, con Alice Taylor, dura hasta 1949.

Su pensamiento está influenciado por Darwin, Freud y M. Klein. De Darwin, le impacta su teoría de la selección natural vinculada con la supervivencia en un medio hostil, a partir de la cual piensa que el bebé no puede adaptarse solo al entorno, necesitando de un 'ambiente facilitador' producido por la madre.
Respecto de Freud, reconoce y admira sus ideas, pero no enfatiza la figura del padre, a quien propone como sostén de la madre, protector de la diada madre-bebé y proveedor de un espacio para que la madre pueda desarrollar su tarea. Winnicott asignará gran importancia al juego. Este no es sólo descarga pulsional: comienza como movimiento de separación de la madre en un espacio potencial entre ésta y el bebé. Se trata de una experiencia real donde está involucrado el yo con sus capacidades, pudiendo la excesiva excitación arruinar o detener el juego.
La influencia que recibió de M. Klein es notoria, sobre todo en lo relativo a la importancia asignada a la edad temprana del niño, su mundo interno y el poder de la fantasía. También, el papel del juego y el uso de juguetes como medio para ingresar al mundo infantil, lo persecutorio de los objetos internos, las defensas primitivas y la depresión reactiva.
En 1931 publica "Clinical Notes on Disorder of Childhood", su primer libro, y dos años más tarde comienza su análisis con Joan Riviére, graduándose luego como psicoanalista de adultos y de niños. Ingresa en la British Psichoanalytical Society con su trabajo "The maniac defense", y, una vez adentro, se alinea dentro del llamado grupo intermedio, un tercer grupo que no adhiere unilateralmente ni a A. Freud ni a M. Klein.En 1951 se casa con Clare Britton, y años más tarde por dos veces se hace cargo de la presidencia de la British Psichoanalytical Society, periodo donde publica la mayoría de sus obras.
Sus ideas pueden agruparse en tres grandes áreas: el proceso de maduración, la tarea de la madre, sus cualidades y las dificultades que pueden surgir en este proceso. Muere en Londres el 25 de enero de 1971.

Freud.
Sigismund Schlomo Freud, más conocido como Sigmund Freud, fue un médico, filósofo y neurólogo austríaco que nació el 6 de mayo de 1856 y murió el 23 de septiembre de 1939. Es el padre del psicoanálisis, que consiste en un tipo de terapia que pretende encontrar el origen de los miedos y traumas de las personas en acciones o experiencias del inconsciente. 
Gracias a la obtención de una beca en París trabajó con un prestigioso neurólogo llamado Jean Martín Charcot. Allí tuvo acceso a pacientes que padecían histeria y observó los efectos que tenían la hipnosis y la sugestión como medios de tratamiento de ésta. Al regreso de su viaje, en 1886, se casó con Martha Bernays y en un plazo de diez años tuvieron seis hijos: tres hombres y tres mujeres.

Años más tarde, en 1895, Freud publicó su primera obra relativa al tratamiento de la hipnosis. Gracias a la colaboración de su amigo Josef Breuer, quien le aportó con interesantes casos, realizó un estudio que sirvió como base del psicoanálisis.
Freud, con el desprecio de los otros médicos a cuesta, comenzó a trabajar en terapias con el método de la libre asociación. Así acuñó conceptos de su teoría como ‘represión’, ‘inconsciente’ o ‘transferencia’. Fue en ese período cuando escribió sus dos más importantes trabajos: ‘La interpretación de los sueños’ y ‘Tres contribuciones a la teoría sexual’. A pesar de la oposición de su profesión, logró atraer a muchos discípulos, al punto de que en 1908 se celebró el Primero Congreso Psicoanalítico en Salzburgo. En 1916, Freud publicó su obra ‘Introducción al Psicoanálisis’. 
Si bien el trabajo de Freud ha sido muy criticado, es indudable que logró penetrar en la cultura, especialmente la occidental. Conceptos como el ‘inconsciente’, el ‘complejo de Edipo’ y la ‘libido’, entre muchos otros, son parte del conocimiento popular y son utilizados para explicar un sinnúmero de comportamientos de los individuos. 
Melanie Klein.
(Viena, 1882 - Londres, 1960)
Psicoanalista británica de origen austriaco, pionera del análisis infantil y del estudio de las psicosis. Fue la última de los cuatro hijos de Moriz Reizes y Libusa Deutsch, ambos hebreos, descendientes de familias de rabinos. Sin embargo, fue educada de manera liberal, sin imposiciones religiosas.
A los veintiún años se casó con un ingeniero, Arthur S. Klein, de quien tuvo tres hijos, por lo que debió interrumpir sus estudios de Medicina. En Budapest, donde se había trasladado en 1910 con su esposo, leyó La interpretación de los sueños, de Freud, y el interés que dicha obra despertó en ella la llevó a convertirse en la principal refundadora del psicoanálisis. Melanie Klein supo observar y tratar fenómenos psíquicos hasta entonces ignorados. Ferenczi la animó a que psicoanalizara a niños, pero las investigaciones que emprendieron juntos no le resultaron satisfactorias.
En el Congreso de Psicoanálisis de La Haya conoció a K. Abraham, quien intuyó su genialidad y la escogió para un segundo análisis en Berlín, pero Abraham murió al cabo de sólo nueve meses. En cualquier caso, el encuentro fue decisivo para Melanie Klein, que se consideró siempre continuadora de sus ideas. La rivalidad con Anna Freud, que también había empezado a psicoanalizar a niños partiendo de premisas divergentes, así como los continuos ataques que suscitaban tanto sus descubrimientos como su fuerte personalidad, la llevaron a aceptar la invitación de su simpatizante, Jones, y en 1926 se estableció en Londres.
Allí continuaron las polémicas, pero el ambiente cultural, más abierto, le permitió tener alumnos de gran valía (H. Segal, H. Rosenfeld, R. Money-Kyrle, D. Meltzer y otros, conocidos como la Escuela Inglesa). Al cabo de pocos decenios creció el número de sus seguidores, sobre todo en Europa y en América del Sur. Ejerció influencia sobre pensadores originales como W. Bion, F. Fornari, L. Grinberg y E. Jacques, por no decir sobre la mayor parte de la psiquiatría moderna.
Después de su primer trabajo, The development of a child (1923), dirigió su atención al período de la vida psíquica de la primerísima infancia, marcada por la relación entre madre e hijo. Elaboró la técnica del juego para psicoanalizar a los niños, pero también influyó radicalmente sobre la teoría y la técnica aplicadas a adultos: reformuló el complejo de Edipo y destacó la importancia de la agresividad y la destructividad.
Es suyo el concepto de "fantasía" o "fantasma" inconsciente ("phantasie"), correlativo psíquico dinámico de la pulsión, escena dramática cuyos protagonistas son los objetos interiorizados. Klein descubrió que las fantasías actúan sobre toda actividad humana. Definió dos "posturas" mentales que determinan la vida psíquica, ya sea en el desarrollo normal, ya en la patología más grave, y que -como se descubriría a continuación- constituyen además dos visiones del mundo contrastantes en lo que respecta a los fantasmas (Money-Kyrle): la posición "esquizo-paranoide", dominada por manías persecutorias, por vivencias de orden psicótico, por la escisión y la proyección (responsable de la percepción de los "objetos parciales" escindidos en "buenos" y "malos"), en relación dialéctica con la posición "depresiva", en la que predominan las preocupaciones reparatorias, las fuerzas sinérgicas y de síntesis.
Con la superación de esta posición, la madre ya no es sentida como "objeto parcial" (omnipotente, al servicio de las necesidades del niño) escindido en objeto persecutorio y objeto ideal ("seno bueno" y "seno malo") sino como "objeto entero" (dotado de una historia y de una autonomía reales), fuente única ya de las fustraciones y el dolor, ya de las gratificaciones. "Mientras el objeto -escribe- no sea amado como objeto total, no se puede sentir la pérdida como pérdida total".
Entre sus obras, todas pertenecientes a la historia del psicoanálisis, destacan El psicoanálisis de niños(1932), Amor, culpa y reparación (1937), New Directions in Psycho-Analysis, (1955), en colaboración con P. Heimann y R. Money-Kyrle, Envidia y gratitud(1957), Our adult world and other essays (1959),Narrative of a Child Analysis (1961), Contributions to Psycho-Analysis 1921-1945, de 1948, y, por último,Developments in Psycho-Analysis, publicado en 1952.
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Desarrollo de la técnica.
La técnica creada por M. Klein, para el análisis de niños, se basa principalmente en el juego, como continuación de las investigaciones realizadas por Freud. Del mismo modo, la capacidad de transferencia, también es espontánea en el niño. Esta capacidad de transferencia es explicada por esta autora, por el hecho de que la ansiedad en el niño es muy intensa, lo que pone en marcha la compulsión a la repetición. Esta repetición lo lleva al niño a personificaciones y simbolizaciones en la que reedita sus primeras relaciones de objeto, que se expresan en la transferencia y en sus juegos.
Es decir que, la sustitución del objeto imaginario, cuya pérdida es temida y sufrida, por otros objetos más numerosos y reemplazables, son las bases para la actividad lúdica y la capacidad de transferencia.
Podemos sintetizar la concepción kleiniana del juego en los siguientes puntos:
1-    El juego como lenguaje.
2-    El  motor del juego.
3-    Juego y Aprendizaje.
4-    Juego y Ansiedad.

Se puede hacer uso de ella cuando la interacción directa con el paciente es menos funcional que el contar con el juego como intermediario.

1. El juego como lenguaje.
En su libro "Psicoanálisis de Niños", M. Klein analiza el juego de un niño como lenguaje, y señala su relación con los sueños: "El niño al jugar, señala esta autora, vence realidades dolorosas y domina miedos instintivos, proyectándolos en el mundo exterior hacia los juguetes". Mecanismo que la autora considera posible, ya que supone en el niño la temprana capacidad en el niño para la simbolización. El juguete permite que el niño venza el miedo a peligros internos, constituyendo así un "puente entre fantasía y realidad".
 "El niño expresa sus fantasías, sus deseos y experiencias de un modo simbólico por medio de juguetes y de juegos. Al hacerlo utiliza los mismos medios de expresión arcaicos, filogenéticos, el mismo lenguaje que no es familiar en los sueños. Y sólo comprendemos este lenguaje si nos acercamos al juego como Freud nos ha enseñado a acercarnos al lenguaje del sueño. Por ello debemos tener en cuenta no sólo los simbolismos aislados que puedan surgir dentro del juego, sino todos los mecanismos y formas de representación usados en el trabajo onírico" (Reynoso, 1980).
El análisis de niños nos muestra repetidamente los diferentes significados que puede tener un mismo juguete o fragmento de juego, interpretado a partir de la singularidad de cada niño y de la situación analítica global. Es por esto que la autora sostiene que el juego es el mejor medio de expresión del niño, ya que jugando el niño habla y dice toda clase de cosas que tienen el valor de genuinas asociaciones.
Así, si consideramos al juego como equivalente al sueño, podemos suponer que también aquél es una manifestación del Icc, y que ha sufrido un proceso de transformación, apareciendo ahora tras una fachada tal como la elaboración secundaria del sueño.  Esto nos lleva a pensar a la actividad lúdica como estructurada a partir de las leyes del Icc, a saber, la condensación y el desplazamiento. Proceso de simbolización que consiste esencialmente en ofrecer otro significante a lo imposible de nombrar.
Juego y palabra, ambos implican el reemplazo de un objeto inalcanzable, significante primordial para el sujeto, perdido y originario del deseo, por otros más accesibles, que encuentren con aquél alguna suerte de conexión asociativa. Es decir que el sujeto habla y juega, recién cuando ha interiorizado al otro.

2. Motor del Juego
La autora sostiene que detrás de toda forma de actividad lúdica existe un proceso de descarga de fantasías de masturbación. Este proceso actúa como una compulsión a la repetición, y constituye el mecanismo fundamental del juego infantil y de todas las sublimaciones siguientes. Sostiene, además, que las inhibiciones en el juego surgen de una fuerte e indebida represión de aquellas fantasías, y con ella se reprime toda la vida imaginativa del niño. Según Klein, las experiencias sexuales están enlazadas con las fantasías de masturbación, y por medio del juego, el chico logra su expresión y su catarsis.

3.Juego y Aprendizaje.

Según Klein las fantasías son las que promueven el desarrollo del interés por el mundo externo y el aprendizaje del mismo, y de ellas extrae la fuerza para buscar y organizar el conocimiento del mundo. Por tal motivo, un niño que no juega, que tiene reprimidas sus fantasías, tampoco logrará hacer un buen aprendizaje.

4.Juego y Ansiedad

Ya señalamos que por intermedio del juego el niño transforma experiencias dolorosas, sufridas pasivamente, en activas y cambia el dolor en placer. Este placer que obtienen los niños mediante el juego , no procede, entonces, sólo de la gratificación por el cumplimiento de sus deseos, sino principalmente, por el dominio de la ansiedad que el juego ayuda a lograr. Sin embargo, la misma autora señala más adelante, que esto es así, mientras la ansiedad es latente. Pero cuando se vuelve manifiesta, pone fin al juego.

Definición y objetivos.
 La Hora de Juego diagnóstica, constituye un recurso o un instrumento técnico, que utiliza el psicólogo dentro del Proceso Psicodiagnóstico de niños; técnica que se complementa con la Entrevista inicial con Padres, el registro de la historia de vida del niño y otras técnicas proyectivas y/o psicométricas.
El objetivo de esta técnica es tomar contacto con el niño que nos traen a consulta y su problemática. "Al ofrecerle al niño la posibilidad de jugar en un contexto particular, con un encuadre dado, que incluye espacio, tiempo, explicitación de roles y finalidad,  se crea un campo que será estructurado básicamente en función de las variables de personalidad del niño" (Efron y otros, en Ocampo y García Arzeno, 1982). Decimos básicamente, porque seguramente también influirá, aunque de manera controlada, las variables del psicólogo en el rol de evaluador. Sabemos por su parte, que en esta hora, el niño expresará sólo un segmento de su personalidad, reactualizando en el aquí y ahora sus fantasías, temores y deseos.
La Hora de Juego se inscribe dentro de las técnicas proyectivas, ya que al jugar el niño proyecta realidades que pertenecen tanto a su mundo interno como a su realidad externa. Así, el juego constituye una verdadera creación simbólica , en tanto condensa en un espacio determinado, diferentes elementos del pasado y presente de su vida; en este sentido; en este sentido, señala Reynoso (1980), el juego nos descubre una historia.
Es importante realizar la diferencia entre hora de juego diagnóstica y la hora de juego terapéutica, pues es muy común que se las confunda.
La primera supone un proceso, que tiene un comienzo, un desarrollo y fin en sí misma; opera como una unidad y se la debe interpretar como tal.
La segunda, en cambio, es un eslabón más de un amplio continuo en el que van surgiendo aspectos nuevos y modificaciones estructurales por intervención activa del terapeuta.
En general, la hora de juego diagnóstica va precedida por la entrevista inicial a padres, donde el psicólogo elabora junto a los padres una consigna que darán al niño. Dado que pueden intervenir diversos factores para que esta información llegue adecuadamente o no, se hace necesario reformular al niño en el primer contacto, dicha consigna en forma clara y precisa.
En síntesis en esta primera hora el niño nos trasmite las fantasías Icc de enfermedad o el motivo Icc por el cual es traído al psicólogo, y en algunos de los casos las fantasías de curación  (M. Klein) permitiendo esto al psicólogo valorar, de acuerdo al tipo y nivel de juego, la gravedad o no de la sintomatología.

Rol del psicólogo.
El rol del psicólogo dentro del contexto del Psicodiagnóstico, es más bien "pasivo", en tanto funciona como observador, pero es también activo en la medida que formula hipótesis sobre la problemática del niño.
El psicólogo debe registrar por escrito su observación: Secuencias lúdicas, gestos, desplazamientos,  dibujos, asociaciones verbales, etc.
Hay veces que los niños nos piden una participación activa en sus juegos, con un rol complementario. En estos casos es necesario que sea el niño el que adjudique y caracterice el rol, para que no interfiera las fantasías del terapeuta.
En algunas oportunidades también será necesario realizar señalamientos (explicitación de aspectos manifiestos disociados) cuando se produzcan bloqueos o inhibición en el juego, pero en ningún caso se deben hacer interpretaciones.

 Materiales recomendados.

M. Klein utiliza material inestructurado, ya que considera que un elemento muy determinado formalmente podría ejercer un efecto sugestivo en el niño, y con ello, limitar la proyección. Por ello pone en la caja: piolín, aguja, papelitos, goma de pegar, tijera, retazos de tela.

Recursos.


Freud, A. (1927), Psicoanálisis del niño. Buenos Aires, Ediciones Imán, 1946.

Klein, M. (1952), “Observando la conducta de bebés”, en: Desarrollos en Psicoanálisis, 3. Riviere (comp). Buenos Aires, Hormé, 1962.

 Referencias.











POR CORTES RODRIGUEZ IVETTE GRISSEL

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